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Acerca de nosotros

Somos un grupo de jóvenes de la iglesia Ministerio Cristo a las Naciones. Nuestra visión como comisión y equipo de trabajo con jóvenes y adolescentes en cada campamento, es afianzar tres pilares: intimidad, comunidad y gran comisión. Creemos que la vida en intimidad con Dios, nos afirma para vivir en comunidad con su Iglesia, y que el trabajo que hacemos en comunidad, como en Hechos 2:42, nos activa para vivir la gran comisión y responder al llamado de Jesús. Nuestras expectativas para los próximos años son seguir creciendo y expandiendo lo que Dios comenzó en estos campamentos. Soñamos con unirnos a otras congregaciones y equipos de jóvenes que deseen responder a este modelo. Es, Era y Ha de Venir es el espacio que creamos para apartarnos de las distracciones como cuerpo de Cristo y responder de lleno al plan del Padre.

Nos disponemos a crecer no solo en esta visión, sino también en la preparación de jóvenes y adolescentes que quieran ser impulsados a una devoción extrema y ala formación para los últimos tiempos. Reconocemos que se acercan días difíciles, pero confiamos en la promesa del Espíritu Santo, un avivamiento real y profundo que levantará a una generación apasionada por Jesús y dispuesta a darlo todo por Su Reino.

Intimidad

Creemos que todo comienza en la intimidad con el Padre. La mesa representa ese espacio secreto de conversación y encuentro donde somos transformados (Salmo 27:4) En la intimidad encontramos restauración y pureza (Salmo 51:10) Creemos que cuando cultivamos la intimidad, nuestra vida se afirma en integridad y recibimos dirección clara para caminar en propósito.

Comunidad

Esta instancia lo asimilamos con el pan y el vino que representa la comunión con Cristo y con los hermanos. Entendemos que hemos sido llamados a ser un cuerpo, no miembros aislados, sino unidos en un mismo Espíritu (Efesios 4:1-16, Hechos 2:42). Caminar en comunidad, discipulandonos unos a otros, nos invita a crecer juntos, compartir nuestras cargas y edificarnos mutuamente.

Gran Comisión

La silla simboliza nuestro lugar en la mesa del Padre. Un lugar reservado para cada uno de sus hijos. Creemos es el Espíritu Santo quien nos envía sin retorno (Mateo 28:19-20) Nuestra pasión es que cada jóven descubra su lugar en la mesa, afirme su vida en oración crezca en comunidad y se levante con convicción para cumplir la misión de llevar el evangelio hasta lo último de la tierra.